jueves, 27 de noviembre de 2014

Dermatitis atópica



¿Sabías que....?



La dermatitis atópica es una enfermedad de la piel muy común, crónica, que se manifiesta con la piel muy seca, enrojecida, inflamada y con picor.... 
Es más frecuente en bebés.

En los niños pequeños y los bebés, la zona de la piel afectada más común es la cara, especialmente la mejilla, aunque, a medida que van cumpliendo años, la erupción se puede propagar al cuerpo. 

Los síntomas varían según las personas, las estaciones del año, e incluso los días. 


Lo más habitual es que la dermatitis atópica presente dos fases, una activa conocida como brote, en las cuales sufren picor, piel enrojecida, descamada, aspecto desigual, hinchada, dolorida e incluso con ligero sangrado y, otra fase inactiva, conocida como los interbrotes, la cual se manifiesta con sequedad, descamación, irritabilidad e incluso pequeñas grietas cicatrizadas. Es muy importante que las personas que sufran dermatitis atópica protejan su piel durante las fases de inactividad de la enfermedad con el fin de retrasar la siguiente aparición del siguiente brote.

Además la dermatitis atópica puede provocar otros problemas físicos y psicológicos como falta de sueño, discriminación hacia la persona, estrés y una falta general de confianza en uno mismo.


Sufres Dermatitis atópica si.... 


  • Tu piel está seca y enrojecida.
  • Es propensa a sufrir descamación, engrosamientos y grietas. 
  • Tu piel pica intensamente y tiene tendencia a enrojecerse e inflamarse. 
  • Además, sufres brotes de erupciones.




Cuidados de la piel con dermatitis atópica

A la hora del baño o la ducha

  • Expon la piel al agua durante el menor tiempo posible. Haz que los baños sean cortos.
  • La ducha o el baño deben realizarse una vez al día, con agua tibia.
  • Usa limpiadores suaves y jabones extragrasos o de avena, en lugar de los jabones regulares.
  • Es muy importante secarse sin frotar.
  • Después del labado aplique cremas hidratantes específicas, lociones o ungüentos.
  • Para evitar infecciones al rascarse, las uñas deben estar siempre cortadas y limpias.
  • Es necesario cambiar el pañal del bebé cuando esté húmedo.
Elige bien las prendas de vestir
  • Hay que evitar las prendas de lana o fibras sintéticas.
  • La ropa que entra en contacto con la piel, debe ser de fibras naturales como el algodón y el lino.
  • El calzado debe ser de cuero o tela y tiene que estar bien aireado. El uso de calzado deportivo no se debe de usar durante un tiempo prolongado.
  • Los calcetinas y las medias deben ser de algodón o hilo y nunca de nylon o lycra.
Alimentación
  • Pueden comer de todo, puesto que no hay ningún alimento contraindicado.
Temperatura
  • El exceso de calor y los cambios bruscos de temperatura son factores negativos para la dermatitis atópica. 
  • Es beneficioso ventilar bien las habitaciones y evitar que la calefacción aumente en exceso la temperatura ambiente, que debe rondar los 20ºC.
El polvo
  • El polvo es un enemigo de la dermatitis atópica, por lo que se recomienda pasar la fregona, mejor que el barrido. 
  • Las alfombras, moquetas, cortinas y edredones de plumas son objetos en los que fácilmente se acumula el polvo, por lo que es preferible evitarlos.
El agua salada
  • Puede bañarse en el mar o la piscina siempre que cuando salga del agua hidrate la piel con crema hidratante. En el caso de que tenga muchas lesiones, es preferible evitar el baño.
El bronceado
  • Puede resultar nocivo a largo plazo para cualquier persona, pero en el caso de esta enfermedad, el sudor empeora las lesiones cutáneas. 
  • Es imprescindible utilizar un fotoprotector adecuado para exponerse al sol.
Las tareas domésticas
  • Los productos de limpieza suelen ser irritantes, así que para evitar su contacto en las tareas domésticas deben emplearse guantes de goma y algodón.
El estrés 
  • Pacientes y familiares deben tener siempre en cuenta que el estrés emocional incrementa el picor.
Administrar el tratamiento adecuado

jueves, 20 de noviembre de 2014

Acidez


¿Acidez de estómago, ardor, reflujo?

Es muy frecuente que a lo largo de nuestra vida experimentemos estas sensaciones, especialmente después de las comidas y, sobretodo, si éstas son copiosas y abundantes en grasas o bien si van acompañadas de alcohol, café, bebidas gaseosas, zumos de frutas o tabaco. 

Pero, te has preguntado alguna vez ¿qué es la acidez?, ¿por qué se produce? o ¿cómo podemos evitarla? Hoy, en nuestro blog, queremos ayudarte a resolver algunas de estas cuestiones que tanto nos preocupan.

La acidez gástrica es una sensación de ardor justo debajo o detrás del esternón. Esa sensación comienza en la boca del estómago y puede llegar hacia el cuello o la garganta.

Se produce porque en ocasiones el ácido del estómago puede salir y subir hacia el esófago, conociéndose ésto como reflujo, produciendo los síntomas de ardor o sensación de quemazón. El motivo es que el esfínter entre el esófago y el estómago que sólo se abre para permitir el paso de alimentos, no cierra correctamente.

Las causas pueden ser diversas: comidas muy abundantes y realizadas con prisa, algunos alimentos, el embarazo o el sobrepeso, ciertos fármacos, un abuso de alcohol, trastornos como la hernia de hiato o la Enfermedad por Reflujo Gastro-Esofágico (ERGE).

¿Qué síntomas produce?
Se caracteriza principalmente por la sensación de quemazón desde la boca del estómago hasta la garganta. Se suele presentar una hora después de ingerir los alimentos y puede durar varias horas. Otro síntoma es la sensación de que los líquidos o la comida regresan a la garganta o a la boca con un sabor ácido, lo que se conoce como reflujo esofágico.

¿Qué tratamiento debemos seguir?
El tratamiento dependerá de la frecuencia e intensidad de las molestias. Si la acidez se produce de forma esporádica será suficiente tratar con antiácidos cuando aparezca el ardor. Si los síntomas son más frecuentes será conveniente consultar al médico.
Pero el mejor tratamiento son los hábitos saludables que podemos adquirir para evitar comportamientos que favorecen la aparición de éstos síntomas. Aquí os dejamos unos consejos.









lunes, 10 de noviembre de 2014

Defensas


¿Cómo evitar ponernos enfermos este otoño?


Con la llegada del frío, la lluvia, los cambios de horario, el aumento de estrés o la mala alimentación... nuestro organismo se resiente y hace que seamos más vulnerables a los frecuentes resfriados. La alimentación juega un papel importante para nuestro organismo ya que si nuestra dieta es equilibrada y variada, nuestro sistema inmunológico estará reforzado.

¿Cómo debemos mejorar nuestra alimentación?
Es tan sencillo como promover la dieta mediterránea y con ello fomentar algunos alimentos que nos ayudarán a fortalecer nuestras defensas.
El zinc, el manganesio y el cobre son los principales minerales que mejoran el funcionamiento del sistema inmune. El zinc se encuentra principalmente en los cereales integrales, en el marisco y en los moluscos; y el manganeso y el cobre en los frutos secos y en las legumbres.
Las vitaminas por su poder antioxidante protegen a las células de los daños provocados por los radicales libres.

Aquí os dejamos algunos consejos a tener en cuenta para reforzar las defensas:

1- Elige una alimentación sana, principalmente a base de frutas y verduras.  
2- Las vitaminas y los minerales nos ayudan a recuperar la energía y aumentar las defensas.
3- El descanso es fundamental para tener unas defensas más fuertes.
4- La ansiedad, el estrés, la depresión no son aliados para las defensas. Vive la vida con optimismo, mantén la calma. 
5- El ejercicio físico nos ayuda a mantenernos activos, más ágiles y fuertes, a combatir el estrés y a reforzar nuestras defensas.
6- Alimentos que refuerzan nuestras defensas: 
             - Cítricos (naranja, mandarina, limón.... frutas ricas en vitamina C)
             - Miel
             - Ajo
             - Cebolla 
             - Yogur 
             - Alimentos rojos: tomate, pimiento, remolacha, fresas, cerezas...
             - Hongos y setas
             - Legumbres, frutos secos.
7- Seguir una Dieta Mediterránea